Tú, mágico, misterioso, lleno de bondad, un hombre fiel a sus principios, con un don de palabras algo sobrenatural en este siglo que corre, donde todo es superfluo y vacío.
Tú, poeta sin rima que deslizas el alma en cada frase y en cada sílaba.
Tú, que construyes castillos que flotan entre fantasías y realidades compatibles en los sueños de locos que son muy cuerdos.
Tú, hombre de alma abierta a mentes inquietas que ven más allá de los ojos abiertos a un mundo ciego.
Tú, sabedor de palabras dulces que no se pronuncian con la boca, que se escriben desde un alma soñadora que nadie comprende.
Tú, soñador indomable de quimeras y de realidades absurdas que adornas con tu corazón latente y emocionado.
Tú, hombre y sueño, silencio y melodía, paz y ruido, constancia y desorden, alegría y tristeza, luz tenue que brilla en un mundo oscuro...
Tú, amigo y compañero que siempre llevas palabras donde el alma las encuentra.
TCL