Llueve por dentro...
y duele.
Se hace el silencio,
y te ahogas.
Miras al vacío,
y no ves.
Oyes las palabras,
sin sentido.
Quieres escapar,
y ves los grilletes.
Cierras los ojos,
se escapa un suspiro.
Sientes la carne,
nunca los golpes.
Abres la boca,
callas los pensamientos.
Miras a tu alrededor,
y estás sola.
Te escondes...
resbala una lágrima.
Gritas fuerte,
sin emitir sonido.
Te miras en el espejo,
sin reflejos del ayer.
Buscas dentro de ti
donde te perdiste.
Dejas correr el agua,
limpiando tu alma.
Los estigmas siguen,
los recuerdos se van.
La sonrisa se pinta,
aunque no sea verdad.
Decides seguir...
sabiendo que el camino
es el mismo y sin fin.
TCL
Para cerrar los ojos, meditar, sentir la soledad ante uno mismo y pensar que "El camino es el mismo y sin fin..."
ResponderEliminarHermosa reflexión amiga.
Muchas gracias mi admirado escritor!!! Y que el camino siga y nos lleve a los sueños mas reales!
EliminarUn abrazo.
Una maravilla. Un poema que transmite, que se te pega al cuerpo después de su lectura. No hay mayor dolor que el que no se muestra, ni mayor sufrimiento que el que se esconde, porque es tan grande que mostrarlo solo lo agudiza. ¡Chapeau!
ResponderEliminarGracias!! El dolor si es muy profundo no suele flotar, no es bueno dejarlo salir, es mejor tenerlo en el fondo, sin que vea la luz... aunque de vez en cuando nos vuelva y sepamos que existe, hay que aprender a vivir con él.
EliminarUn abrazo!