Dices que no me ves, es verdad, estoy escondida entre las sombras de mi soledad.
Allí donde nadie hurga, donde la oscuridad acecha, donde nadie entra a buscar por el frío que deja inerte el cuerpo del cobarde.
Debajo de la capa de invisibilidad donde soy intocable, donde nada penetra, donde sólo yo veo las acciones de la gente con careta.
Es cierto, no estoy, me he perdido en mi oscuro mundo, aquel que me abriga, donde no hay ojos amenazantes ni lenguas de víboras. Un mundo de recuerdos olvidados, de luces tenues y a veces de una oscuridad extrema, impenetrable por almas vacías, por seres humanos sin nombre, por cuerpos sin manos.
No me ves en caricias lejanas, ni en besos atrasados, no estoy en ese lugar donde miras sin ver, no me ves en tus recuerdos por no mirar tu reflejo, ese que se ha difuminado con el tiempo.
Aquí la espera es lenta, casi agónica, pero también es certera, viendo vacíos y sombras, palabras que mienten, sentires opacos, almas neutras, valores sin dueño y pocos te amo.
Dices que no me ves, pero... ¿acaso me has buscado?
TCL
Un pozo de tristeza se esconde en esas tinieblas. Me gusta más la poeta escondida tras la dulce sonrisa de sus ojos. ¿No crees...?
ResponderEliminarA veces la tristeza deja buenas letras, son estados, etapas que como ser humano sobrevuelan la mente... ambas facetas son propias de mi. Sé que la dulce sonrisa volverá a brillar en mis ojos... algún día.
EliminarUn abrazo.
Muy bonito, dicese de quien ha logrado revivir, un saludo!
ResponderEliminarRevivir, sobrevivir... lo importante es siempre ser y estar, del dolor también se aprenden grandes cosas.
EliminarGracias por dejar tu huella en este humilde espacio.
Un abrazo.
Un honor, vendré siempre que pueda, gracias a ti por compartirlo, abrazo!
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