jueves, 19 de noviembre de 2015

Detrás del espejo


Quiero saber,
si en la oscuridad de la noche
abro la magia del tiempo
y traspaso los umbrales de cristal
asomando mi esencia detrás del espejo.
El enemigo acechando en la parte oscura,
agazapado buscando su mejor presa,
sabe que tengo la espada de luz
pero sigue en su lucha tan siniestra.

Quiero saber,
que pasará detrás de ese espejo,
la fuerza de luz es mía entera,
pero suya es la astucia y el miedo,
el pánico en las venas que inyecta
en los demás,con contratiempos,
grilletes quiere poner encadenándome al tiempo,
las llaves están en mi puerta de los espejos,
quiero mirar para ver donde arrancar el veneno.

Quiero saber,
porque tiene que ser tan corto el tiempo,
aunque las esencias vivas recorren lo mas etéreo,
mundos que fueron crecidos por detrás de los espejos
que pasará con la vuelta en remolinos de viento
que llevan y traen energías blancas o negras,
corazas o espadas o la sencillez de un vuelo.

Aunque mejor no saber
que hay detrás del espejo
donde se esconda quizás 
el enemigo cruento.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

La dama


Ella se escondió, tras sus labios rojos y su sombrero negro
con supuesta valentía.

Salió decidida a encontrarse de nuevo con él, algo inquieta.

Sabía que era la última vez, así lo había decidido, no quería 
mas mentiras, ni mas esperas.

Subió al taxi y dio su dirección, no había vuelta atrás.

Bajó y con paso decidido se dirigió a las escaleras,
respirando entrecortada, se paró un segundo y miró atrás pero...
no, mejor hacerlo y acabar con esto ya.

Sus pasos se volvieron seguros, pausados, cada escalón un poco mas.

Él ya la oía, se apresuró a abrir la puerta, allí estaba,
la dama, la mujer, la elegancia, la que roba sus suspiros...su amada.

Entró sin decir nada, sin mirarlo hasta el fondo de la estancia.

Frente a ella estaba la cama, limpia con sábanas de seda blanca.

El la cogió por detrás y empezó a besarla, por el cuello, mientras sus 
manos se deslizaban bajo su blusa.

Le quitó el sombrero y bajó su falda, desató su melena que cayó 
por su espalda, cubriendo de negro la mañana.

Ella se giró y el se perdió en su mirada, negra color café
que tanto anhelaba.Sus labios rojo pasión besó suave, ella se dejó.

Comenzaron las caricias desatadas,las ganas encerradas que ambos llevaban dentro,
se deslizaron en la cama, de seda blanca.

Las caricias no se contaban, los besos no se escondían, las manos jugaban
los cuerpos se unieron como si no hubiera un mañana.

Se amaron con pasión, con deseo y lujuria y extenuados quedaron, 
el quería abrazarla, ella se levantó en silencio.

Se dirigió al baño, se peinó, se vistió, se pintó sus labios de rojo pasión...

Se puso frente a la cama, con sombrero en mano, el tumbado la miraba.

Ella fría le preguntó: "¿me lo das todo o te quedas sin nada?"...

Esperó unos segundos, él solo la miraba, el silencio por respuesta
y ella permanecía callada, tiró un beso al aire, se colocó su sombrero,
giró y caminó segura y sonriente hacia la puerta,salió sin decir nada.

Tomó un taxi de vuelta, sabía que sucedería, y ya se acabó.

Él fue al baño, en el espejo había un mensaje escrito de rojo carmín
que parecía sangre, donde decía: "aquí se acaba tu vida, ahora sin mí 
tu existencia está vacía" y un beso como firma.

Sabía que tenía razón.